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viernes, 14 de mayo de 2010

La metamorfosis


Os presento a mi bicileta.
Cuando la compré, allá por 1990, era una bici de carreras en toda regla. Una Peugeot Iseran. Con el paso del tiempo la he ido maqueando (sillín, ruedas híbridas, catadiópticos, timbre, faros, portaequipajes, alforjas, velocímetro...) hasta convertirla en un vehículo apto para la ciudad.

Pero todavía quedaba un paso más: cambiar ese incómodo manillar, perfecto para la Vuelta a España pero nada útil.
Y voilá. La metamorfosis total. Mis hijas piensan que ahora es más sosa, pero a mí me resulta mucho más cómoda y deja de cargarme los codos y muñecas. Cuestión práctica.



Ha quedado con un diseño retro que me gusta. Llevo 20 añitos con ella y no me canso...




... Ya sólo queda cambiar el cambio (valga la redundancia), que sigue estando en el cuadro.