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miércoles, 23 de febrero de 2011

Mentiras y falsedades sobre el uso de la bicicleta para desplazarse.

Todos habréis oído que la bicicleta es muy sana, que es muy cómoda para desplazarse por la ciudad y para visitar parajes naturales. Que con ella se puede ir a comprar, a llevar a los niños al colegio y una serie más de mentiras que voy a intentar desmontar en este artículo.
- La bicileta no es cómoda. ¡Cansa! Se la ve muy bonita cuando está en la tienda, pero luego hay que subirse a ella y pedalear. ¡Podrían explicarnos eso cuando nos la venden! Uno acaba, ¡haciendo ejercicio!, soltando adrenalina y endorfinas, lo que proporciona una falsa sensación de felicidad. Además, la primera semana, ¡te duele el culo! Habría que colgar a ese que diseña los sillines. Al final tienes que vestir con lo que te sientas cómodo para subirte a ella.

- Se tarda mucho en llegar a los sitios. La friolera de 5 minutos más que en coche (sin contar el tiempo de aparcamiento) cuando no hay atascos, en ciudad, y si vas de paseo por el campo, ¡puedes llegar a tener que estar disfrutando del paisaje durante horas!
- No se puede aparcar en cualquier sitio. Ésta es una de las falacias mayores de los defensores de la bici. No puedes aparcarla encima de un banco, ni enmedio de la calzada ni atravesada en la acera. ¡Hay que buscar un sitio en el que no estorbe y se pueda atar! Total varios segundos buscando.


- No se puede llevar a los niños en bici. Está demostrado que, cuando llevas a un niño en una silla sobre la bicicleta, estos experimentan un estrés tal que permanecen quietos y aterrados mirando todo lo que les rodea e, incluso, ¡te ruegan que vuelvas a hacerlo para poder superar el trauma! Además, el aire en la cara les hace respirar más deprisa. Hay que llevar a los niños dentro de un habitáculo cerrado, con un cinturón que les oprima y respirando el sano aire del interior de un coche. Por otro lado, volviendo al tema del cansancio, con niños, la bici pesa más. No es recomendable.


-La bicicleta no es segura. ¿Cómo puede algo con sólo dos ruedas mantenerse en pie? Es contrario a toda lógica. Además, a la increible velocidad de 15 o 20 km./h nadie puede reaccionar ante un imprevisto. El casco debería ser obligatorio en todo momento, es más, también lo debería ser para los peatones, no sea que se escurran y se desnuquen. Es mucho más seguro ir a 120 km./h dentro de una caja metálica que, en caso de accidente, te protege dentro de un amasijo de hierros.
- No se puede ir de compras con la bici. ¿Dónde pongo las bolsas? Esas inútiles alforjas y cestas no sirven sino para adornar. ¡Y las bicis de carga! ¡Menudos trastos para nada! Además, así sólo puedes fomentar el comercio local, a media distancia de tu casa y no a los macrocentros comerciales que velan por nuestro interés y a los que se fuerza a ir en coche.


- Para ir en bici se necesita todo un equipamiento. ¿Quién se subiría a esa máquina infernal sin un buen culot, un maillot, guantes, casco, zapatillas de ciclismo, etc. ¡Impensable! Se pierde toda la personalidad.


Pero no todo termina aquí, existen efectos secundarios adversos que son todavía más terribes que todo lo arriba apuntado:
- Interactuas con el resto de usuarios de la vía, ¡incluso con otros locos como tú o peatones!
- Cuando te sientas al volante de un coche, ¡respetas más los límites de velocidad y vas más pendiente de ciclistas y peatones! Incluso hay personas que hasta sonríen, ¡asqueroso!
- Fomentas las actividades de barrio. ¡Con lo bien que se está yendo a tiendas y bares en la otra punta de la ciudad!
- Pierdes esa grasa y esa carne fofa que tanto dinero te ha costado conseguir y consigues tono muscular que hace que cada vez te cueste menos esa dichosa cuesta. Si es una cuesta, pues tiene que costar. (trabalenguas ofrecido sin recargo)
- No haces ruido. ¡Pero cómo se puede concebir eso de desplazarse sin que pedorretée el tubo de escape! ¡Así vas a ligar mucho!
- No gastas. Así, así vamos a levantar el país, sin consumir gasolina. Además, el efecto invernadero hace que estemos tan calentitos en invierno...

Con toda la ironía y sorna de la que he sido capaz y, aunque parezca increible, sin ninguna comisión del Scalextric Party... ¡¡SEGUID PEDALEANDO!!

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