La Cultura de la Bicicleta nace como un manantial expontáneo, desde abajo y casi desde lo más profundo, y se va expandiendo en pequeños regueros por la sociedad, hasta que llega a inundarla. Son los ciudadanos los que la hacen nacer y desarrollarse, pero también es muy necesaria la implicación de las instituciones, tanto públicas como privadas, en su posterior mantenimiento y realización.
Y con esto no sólo me refiero a lo que apuntaba en mi artículo anterior. La movilidad de la Cultura de la Bicicleta no sólo se basa en la creación de infraestructuras viales, sino en una concienciación directa de que está ahí, de que debe crecer y de que tiene que llegar al conjunto de la sociedad.
Tras la aceptación institucional de su existencia, y dejando de lado la importancia de sentar su base jurídica y legal, existen una serie de actuaciones que propician la concienciación social y que dan un claro apoyo a la misma.
Una de estas actuaciones es tan sencilla como facilitar el acceso en bicicleta a las principales instituciones públicas y privadas, dotando a las mismas de aparcamientos para bicicletas que propicien su uso. En los países donde la Cultura de la Bicicleta se haya desarrollada, los principales edificios administrativos, las estaciones de tren y autobús, los centros comerciales (tanto de barrio como grandes superficies) e incluso los bares y zonas de ocio poseen esta infraestructura propia que los hace accesibles.
Colegio Clara Campoamor, en Miguelturra. Existe un aparcamiento para vehículos a motor, pero no para bicicletas.
Tras la remodelación del Mercado de Abastos de Miguelturra, se quitó el aparcabicis que existía en este punto y no se ha vuelto a ubicar en ninguna parte del recinto.
Un honroso ejemplo: el I.E.S. Campo de Calatrava, habilitó una parte del centro con aparcabicis, y promovió el uso de la misma entre sus alumnos.
Otro buen ejemplo que quiero destacar, en cuanto a instituciones privadas se refiere, es de Mercadona de Miguelturra. No está escrito en ningún sitio ni existe una ubicación específica para poder dejar la bicicleta, pero se permite que estas se aparquen, dentro de la tienda, en una larga pared sin uso alguno, sin que nadie se oponga a ello. El número de personas que van en bici a comprar se ha incrementado gracias al boca a boca.
Un ejemplo extremo: Ikea, el gigante sueco, cede gratuitamente bicicletas de carga en Copenhague para poder llevarte los muebles a casa.
Pero existe aún algo más importante, que son las campañas de concienciación de la sociedad y apoyo a los que utilizan la bicicleta. Veamos algunos ejemplos:
En Malmö, la ciudad ciclista por excelencia de Suecia, el ayuntamiento propició una campaña en la que, una serie de voluntarios, pegaban un cartel con ventosas en las puertas de los coches aparcados en el centro que decía: "Podemos evitar todos esos desplazamientos estúpidos en coche" y promocionaba el uso de la bicicleta como medio de transporte.
En Copenhague, con su duro clima invernal que no evita que los chicarrones del norte sigan pedaleando, se instalaron marquesinas en el carril bici, junto a los semáforos, para que, durante la espera, la nieve no cayera sobre los ciclistas. Además, en los días más fríos, el ayuntamiento regala vasos de chocolate caliente en distintas rutas ciclistas de acceso al centro. En la estación de tren de esta misma ciudad, cuando una bicicleta estaba mal aparcada, existía un servicio municipal que la trasladaba a un aparcamiento correcto, engrasaba la bici y le ponía un protector de sillín, dejando una nota en la se conminaba al dueño a aparca correctamente. Es una forma estupenda de educación: en lugar de castigar, concienciar (si esto se hace en España me temo que dejaríamos siempre la bici mal aparcada para que la engrasasen gratis).
En varias ciudades del centro y norte de Europa se han hecho campañas de abrazos gratis a viandantes y ciclistas en el centro. Y sé de buena tinta que a muchos automovilistas les ha dado envidia.
Son estos pequeños grandes detalles los que educan, conciencian y mantienen sana la Cultura de la Bicicleta.
Otro medio de promoción muy en voga es el alquiler público de bicicletas. El Bicing, Bizi, etc. hacen que los ciudadanos no tengan por qué tener una bicicleta en propiedad para poder utilizar la misma como medio de transporte, ni tener un lugar donde dejarla por la noche, ya que muchas ciudades prohiben su amarre al moviliario urbano. Pero estas iniciativas traen consigo muchos problemas logísticos que, al final, propician que con ellos se produzca más CO2 del que se evita. No digamos de aquellos chapuceros que sólo pretenden dar imágen, como el de Ciudad Real.
Por todo lo anterior, se puede deducir que el apoyo institucional a la Cultura de la Bicicleta se desarrolla en gran medida a nivel municipal. Pero deben existir legislaciones y apoyos estatales para su pleno desarrollo. No debería ser necesario estudiarse las peculiaridades de circulación y uso en determinada ciudad cuando viajes a ella. Debería ser común al conjunto del estado.
Por otro lado, en países como Holanda, Bélgica, Dinamarca, etc. existen grandes rutas estatales que comunican cualquier parte del país por vías seguras y rápidas para la bicicleta, haciendo que no sea necesario otro tipo de vehículo para desplazarse entre localidades.
Visto esto, la Cultura de la Bicicleta nace desde lo más próximo pero, con apoyo y concienciación, se expande hacia lo global.
Para terminar esta serie de artículos, quiero proponeros un acto de relajación. Quedaos 5 minutos mirando esta webcam, como si estuviéseis mirando por la ventana de vuestra casa (con el botón derecho del ratón se puede maximizar).
Se encuentra en Koningsplein, en el centro de Amsterdam, pegada al Mercado de las Flores y al lado de Muntplein.
Os recomiendo que la observéis sobre el medio día o por la tarde, en un día que no llueva demasiado.
Fijáos en la doble dirección de las calles para bicicletas y el único sentido para coches. Mirad cómo se entrelazan peatones, ciclistas y vehículos a motor en el cruce y cómo se desplazan los tranvías, sin coflictos, con respeto y cediendo terreno.
Es la Cultura de la Bicicleta en todo su explendor...
En varias ciudades del centro y norte de Europa se han hecho campañas de abrazos gratis a viandantes y ciclistas en el centro. Y sé de buena tinta que a muchos automovilistas les ha dado envidia.
Son estos pequeños grandes detalles los que educan, conciencian y mantienen sana la Cultura de la Bicicleta.
Otro medio de promoción muy en voga es el alquiler público de bicicletas. El Bicing, Bizi, etc. hacen que los ciudadanos no tengan por qué tener una bicicleta en propiedad para poder utilizar la misma como medio de transporte, ni tener un lugar donde dejarla por la noche, ya que muchas ciudades prohiben su amarre al moviliario urbano. Pero estas iniciativas traen consigo muchos problemas logísticos que, al final, propician que con ellos se produzca más CO2 del que se evita. No digamos de aquellos chapuceros que sólo pretenden dar imágen, como el de Ciudad Real.
Por todo lo anterior, se puede deducir que el apoyo institucional a la Cultura de la Bicicleta se desarrolla en gran medida a nivel municipal. Pero deben existir legislaciones y apoyos estatales para su pleno desarrollo. No debería ser necesario estudiarse las peculiaridades de circulación y uso en determinada ciudad cuando viajes a ella. Debería ser común al conjunto del estado.
Por otro lado, en países como Holanda, Bélgica, Dinamarca, etc. existen grandes rutas estatales que comunican cualquier parte del país por vías seguras y rápidas para la bicicleta, haciendo que no sea necesario otro tipo de vehículo para desplazarse entre localidades.
Visto esto, la Cultura de la Bicicleta nace desde lo más próximo pero, con apoyo y concienciación, se expande hacia lo global.
Para terminar esta serie de artículos, quiero proponeros un acto de relajación. Quedaos 5 minutos mirando esta webcam, como si estuviéseis mirando por la ventana de vuestra casa (con el botón derecho del ratón se puede maximizar).
Se encuentra en Koningsplein, en el centro de Amsterdam, pegada al Mercado de las Flores y al lado de Muntplein.
Os recomiendo que la observéis sobre el medio día o por la tarde, en un día que no llueva demasiado.
Fijáos en la doble dirección de las calles para bicicletas y el único sentido para coches. Mirad cómo se entrelazan peatones, ciclistas y vehículos a motor en el cruce y cómo se desplazan los tranvías, sin coflictos, con respeto y cediendo terreno.
Es la Cultura de la Bicicleta en todo su explendor...
No hay comentarios:
Publicar un comentario