Recuerdo que, no hace tanto, no vayáis a creer, el regalo más preciado para un niño era una bici. Todos teníamos una bici que, además, usábamos a diario. Nos daba independencia y nos permitía ir a lugares que de otra forma eran inaccesibles o tediosos. El que no la tenía, la quería, y esperaba cualquier acontecimiento para que se la regalaran. Era parte imprescindible de nuestras vidas y suena a niñez y añoranza.
Recuerdo mi primera bici de verdad y, aunque me gustase mucho el scalextric no era comparable. La bici no era un juguete, aunque así se tratase, era mucho más, un modo de relación con los amigos, de desplazamiento, de vivir. Hoy, en día, cualquier niño quiere como regalo consolas, juegos electrónicos... o no. Me explico. Las consolas son el regalo estrella (con permiso de la muñeca o muñeco de moda). Todos las tienen, algunos las usan compulsivamente y otros, una vez conseguida, la olvidan salvo para pequeños ratos. El placer de la posesión por la posesión como para tantas otras cosas.
Pero casi todos los niños siguen teniendo bici. Y a casi todos ellos les sigue gustando usarla. ¿Qué ha cambiado? La sociedad. Esa sociedad que nos inocula el miedo a casi todo. A salir, a jugar, a ir solo a los sitios. Antes, si te caías, te quitabas la arena de la herida de las rodillas y codos, echabas un poco de agua y a seguir rodando. Ahora hay que ir a urgencias. Una sociedad que se ha ido comiendo poco a poco los espacios de esparcimiento, dándoselos al coche.
Pero recibir una bicicleta sigue siendo tan ilusionante como antes, el otro día lo vi en una comunión en la que ningún niño pudo resistirse a subirse en la bici que apareció como regalo. Lo dificil es hacer que esa ilusión perdure en el tiempo, en pugna con ese mundo virtual e individualista que tanto atrae, y recuperar la calle.
Pero recibir una bicicleta sigue siendo tan ilusionante como antes, el otro día lo vi en una comunión en la que ningún niño pudo resistirse a subirse en la bici que apareció como regalo. Lo dificil es hacer que esa ilusión perdure en el tiempo, en pugna con ese mundo virtual e individualista que tanto atrae, y recuperar la calle.
1 comentario:
hola tan cierto y crudo, pero todo puede suceder y mas cuando somos el ejemplo mismo, o si aùn la imaginación y la emoción existe en ti, no demos mas importancia a lo que ya sabemos que es lo #1, todo lo contrario compartamos la exclusividad de pedalear y movernos tan libremente y pronto veremos resultados, "hazlo invita y màs aùn gozalo inmensamente. guti sol
Publicar un comentario