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miércoles, 19 de septiembre de 2012

Personalizando los avances de manillar.

Siempre me ha gustado modificar mis bicicletas, que se salgan de los modelos estándar. Es una manía que tengo.
Pues bien, he desempolvado mi aerógrafo y quería hacer algo con él, por lo que me decidí a pintar algo en la bici de montaña. Pero claro, en mi primer "trabajo" no quería cargarme la bici directamente, así que he empezado por decorar los cuernos del manillar. El motivo elegido ha sido el de "piel de dragón", en un tono azul acorde con las pegatinas originales de la bicicleta y este es el proceso y el resultado:

Parto de los avances originales en color negro semimate. Desmonto las tapas de plástico del extremo superior y enmascaro con cinta de carrocero tanto la parte trasera como la parte inferior que se ajusta al manillar. El motivo, pues primero que consideré que quedaría mejor con partes negras que todo azul y segundo, para aplicar esta técnica hay que usar una malla y no hay forma de tensarla para que cubra toda una pieza cilíndrica.


Estuve pensando si dejar la marca original de los avances o cubrirla y al final me decidí por lo primero, de lo cual me alegré después. Para ello, debido a que es mejór ver el logotipo para afinar más, utilizo máscara de aerografía, que, al ser transparente, me permite recortar bien alrededor de la marca. Para ese trabajo, nada mejor que un escalpelo.


Una vez cubierta la marca, es hora de fijar la malla. Las que he utilizado son simples medias. Se introduce la pieza en su interior y se tensa hasta que el tamaño de las "escamas" y la forma de éstas sean las que queremos pintar. No es ni necesario ni recomendable que todas queden iguales, pues darían un aspecto demasiado uniforme. En mi caso, utilicé alambres recubiertos, de esos para cerrar bolsas, pero cualquier tensor sirve. Los extremos, con cinta de carrocero.



Comienzo aplicando una base blanca con el aerógrafo, cuidando el ángulo en que se aplica para que no se "cuele" por debajo de la malla y no perdamos las divisiones de las escamas en negro. Esto no sólo permite que se fije mejor la pintura posterior, sino que nos dará un tono de color tal y como hemos hecho la mezcla (sobre el negro se oscurece) y dará la impresión de brillo en los bordes de las escamas.

Mientras se seca, da tiempo para realizar la mezcla de la pintura. En mi caso, dos tipos de azul y un toque de violeta, para los reflejos.Aplicad la pintura con el aerógrafo sin preocuparos de que quede uniforme, ya que el resultado será más natural.


Dejadlo secar durante unas 24 horas. Ya sé que todos, yo el primero, estaréis deseando ver el resultado, pero puedes fastidiarla por las prisas. Tras ese tiempo, con la cinta de carrocero y la máscara de aerografía, éste es el resultado:

Retiro la máscara de la marca pero sigo conservando las de la la parte inferior y posterior, porque no me interesa barnizarlas.
Aplico tres capas de barniz de resina en espray, aunque no quedé muy satisfecho con el resultado; se notan los bordes de dónde termina la pintura y el acabado no me daba mucha seguridad de que perdurase mucho, por lo que, al final, lo llevé a lacar a un taller. Y esta vez, laqué todo el conjunto, por lo que no hay bordes entre la pintura original y la aerografía.




Y el resultado tras la laca y una vez colocados es éste:


Puede que no te guste el diseño, el color o todo, pero me siento muy orgulloso de mi primer trabajo con el aerógrafo. Simple, pero resultón.
Ahora estoy pensando hacer algo en el cuadro...

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