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miércoles, 5 de enero de 2011

Madrid mata a sus ciudadanos.

Según publica hoy El País, el crecimiento de las PM2,5, partículas de 2,5 micras emitidas por los motores diesel, aumenta la mortandad debida a problemas cardiacos en la capital.
Madrid, una de las capitales europeas que menos se está preocupando por ofrecer sistemas de transporte alternativo, está superando los índices máximos de contaminación recomendados por la OMS uno de cada cinco días del año. Si la emisión de estas partículas no se reduce en un corto plazo, Madrid seguirá matando a sus habitantes sin que nadie le ponga remedio.

Está bien que la Ley Antitabaco evite a los no fumadores tragar humo de los fumadores, pero, ¿qué pasa con los coches? ¿Acaso no son igual o peor de dañinos que el tabaco? ¿No sería también conveniente echarlos fuera de los alrededores de hospitales y parques infantiles? ¿Qué pasa con los trabajadores de aparcamientos subterráneos?
¿Por qué unos sí y otros no? ¿Hipocresía o falta de ideas?

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