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lunes, 17 de enero de 2011

No hay excusas.

Hoy, cuarto día de niebla seguido en bici y la primera vez que veo pequeños puntos de hielo en los nudillos de los guantes. Puedo asegurar que no he pasado ni de lejos más frío que otros días, será porque no hacía nada de viento y los 2 grados de temperatura exterior eran 2 grados reales. Como siempre, he llegado con calor al trabajo.
No hay excusas, cualquier día es bueno para desplazarse en bicicleta. Con niebla, la única precaución es hacerte ver más y mejor, para eso estoy utilizando, además del propio piloto de la bici, la luz trasera que trae el casco, que tiene la suficiente intensidad como para ser un faro antiniebla.
En los países nórdicos, la gente sigue pedaleando en masa con -15 grados y con nieve y ahí los tienes, sanos como manzanas. ¡Te hace sentir vivo!
La principal diferencia con la calefacción del coche o el autobús es que, dentro vas calentito, pero cuando sales el diferencial de temperatura lo acusas más y te quedas helado. En la bici, notas el fresco en el primer kilómetro, pero luego hasta tienes calor, con lo que llegas mejor a trabajar.
Os recomiendo probarlo y comprobaréis que os constipáis menos.

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