He hecho un experimento para intentar evitar que sea la llanta la que pinche la cámara. Ayer sufrí dos de éstos (aunque a mis maravillosos neumáticos Marathon Plus no los perfore nada) y me quedé tirado en medio de un camino hasta que llegó Jesús con unos parches de chollo.
Pues bien, he aquí el invento:
Corta una cámara vieja (por desgracia yo tengo un montón de éstas) en tiras de la misma anchura que tu llanta.
Coge un protector de llanta (si tienes uno a mano, si no, calcula la circunferencia de la misma), mídelo con la tira de cámara y corta el sobrante.
Pega los dos extremos con pegamento de contacto, déjalo secar y monta el aro de goma sobre el protector de la llanta.
Es recomendable que lo pongas sobre la tira protectora de la llanta para un efecto doble. Así, tu cámara descansará sobre goma y no sobre el protector rígido, por lo que evitarás la mayoría de los pinchazos internos.
¡Espero que funcione!
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