Existen dos normas principales, que podéis encontrar plasmadas en muchas webs y blogs, que son el sentido común y la conducción defensiva (que no ofensiva) para circular en bicicleta.
Hoy os quiero hablar desde mi experiencia concreta de algunos trucos para que los desplazamientos sean más seguros y placenteros, partiendo de la base de que, por donde yo me muevo, no existe ni un sólo metro de infraestructura adaptada, ya sea buena o mala.
Mi primer consejo es el siguiente: antes de lanzarte al barro coge un poco de soltura en la conducción en vías urbanas. Es muy distinto dar un paseo por el campo con una bici de montaña que contender con todo tipo de automovilistas. Hay momentos en los que puedes ir relajado, otros en los que hay que ir más rápido y otros muchos en los que tienes que ponerte en tu lugar. Por eso es muy recomendable coger costumbre en días con poco tráfico y por calles tranquilas.
Otra cosa muy importante es planear tu ruta con antelación. Diséñala, aunque des un poco de rodeo, por zonas tranquilas, calles secundarias y lugares más cómodos para tu tipo de pedaleo. Aquí en Ciudad Real, como la Ordenanza Municipal de Movilidad permite a las bicicletas circular por parques y jardines, así como por las calles de tráfico restringido, es muy útil incluir estas zonas en tus ruta de desplazamiento. Pero aquí sí que debe imperar el sentido común. Ten en cuenta que estás contendiendo con los más débiles, los peatones y con los que más nos odian (unas veces con razón y muchas veces por mera pérdida de privilegios). Olvidando la normativa a rajatabla (distancias, velocidad en estas zonas, etc.) hay que respetar su total prioridad, no pasar pegado a ellos o a gran velocidad (incluso a mi han estado a punto de atropellarme con una bici), no acceder a estas zonas cuando estén muy llenas y, recuerda, si te tienes que bajar de la bici e ir caminando con ella, hazlo, es una de nuestras ventajas sobre los coches.
Cumple las normas de tráfico. He podido comprobar que cuanto más respetuoso eres con estas normas, más te respetan los automovilistas. Es normal. A todos nos cabrea ver al típico pirulero en coche, entonces, ¿por qué iba a ser distinto en bici? Aprovéchate de las ventajas de la bici, pero no abuses de ellas.
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Párate en los semáforos, aunque circules por el arcén. Las normas son para todos.
Y aquí entramos ya en el campo de la denominada conducción defensiva.
La conducción defensiva se aplica a todos los ámbitos de la circulación, no sólo a las bicicletas, y su definición, en pocas palabras, sería un 50% de sentido común y otro 50% de instinto de supervivencia.
Nunca, y repito, nunca, circules pegado a coches aparcados, bordillos, quitamiedos, etc. Esta actitud, muy utilizada por personas inseguras en la bici y con poca experiencia, es de lo peor que se puede hacer, sólo superado por apartarse entre vehículos estacionados y dejar pasar al coche que llevamos detrás. Esta actitud, aunque a priori pudiera parecer la más adecuada, lo que único que puede provocarnos es un accidente: un portazo de uno de los vehículos aparcados o quedar encajonados y no poder volver a salir. Estás en tu total derecho a circular por la calzada como cualquier vehículo. Si el de detrás tiene prisa, que se aguante. Además, con la nueva ley de circulación a 30 km/h. en ciudades tenemos prioridad sobre los coches.
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No te pegues a los guardarrailes, aunque haya arcén.
Lo único que provoca este comportamiento es envalentonar al conductor de detrás, haciendo que intente adelantarnos sin respetar la distancia de seguridad y poniendo en peligro nuestra vida, pudiéndonos acorralar y que lleguemos a chocar contra el bordillo o una valla. Ponte en tu sitio, sin chulerías, pero defendiendo tus derechos. Al final, por experiencia, ceden y reducen la velocidad.
Otro lugar en el que es muy común que te intenten meter el morro es en las rotondas y cruces. Cuando llegues a uno de estos lugares, sitúate en el centro de la calzada, así frustrarás todo intento y no te encontrarás saliendo del ceda el paso con un coche en paralelo. Así mismo, cuando tengas una incorporación a la vía por la que circulas, no te pegues a la bocacalle que se incorpora. Alguien podría sacar el morro demasiado y golpearte.
Ten cuidado con los peatones, son los que menos respetan las normas a la hora de cruzar o circular por en medio de la calzada y, además, todos estamos acostumbrados a saber si viene un vehículo de oído y las bicicletas no contaminamos acusticamente, vamos, que no se nos oye llegar. Lleva siempre timbre, por otro lado obligatorio, y advierte a los peatones de tu presencia. A mí ya me ha salvado varias veces de situaciones comprometidas.
Por último, unos consejos sobre las bicicletas. Yo he transformado mi bicicleta de carretera en una urbana. La posición erguida, además de buena para la espalda, en ciudad, es muy importante, ya que te permite una mejor visión de todo lo que te rodea y que, recíprocamente, te vean mejor. En España hay mucha bici de montaña. Sirve sin problemas para circular por ciudad, pero no es lo más recomendable. Si tienes una, procura colocar el manillar en su posición más elevada. La aerodinámica y el centro de gravedad frontal no son tan importantes como la seguridad en la urbe.
Utiliza siempre luces por la noche, mejor si te permiten ver además de ser visto. Piensa que es sólo por ti, si no, serás prácticamente invisible al resto de usuarios de la vía.
Realiza un mantenimiento regular del estado de la bicicleta. Ésta no es un juguete, debe estar en perfecto estado para circular. No es que así sea más bonita, unos frenos desgastados o mal ajustados, una cadena que se sale de los piñones unos pedales que se escurren o no giran bien, etc, pueden provocarnos un accidente. Son cuatro cosas que podemos revisar nosotros mismos y, con un poquito de maña, reparar sin acudir a un taller.
Seguro que se me quedan varias cosas en el tintero. Quedo a vuestra disposición para cualquier duda.
3 comentarios:
Muy útil, justo lo que estaba buscando. Acabo de empezar con la bici como medio de transporte por la urbe y me has aclarado las principales dudas que tenía.
Un saludo desde Logroño
¡Ánimo y que no decaiga!
Me alegro de haberte sido de utilidad.
Un saludo.
Y falta recomendar encarecidamente el uso del casco, aunque no sea obligatorio.
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