Holanda, el paraíso de la bicicleta urbana, es, en muchos sentidos, peculiar.
En un país en el que hay más bicicletas que habitantes, la implementación de un servicio público convencional de préstamo de bicicletas no tendría mucho sentido, a no ser para turistas y visitantes esporádicos, aunque la saturación en las grandes ciudades de los aparcamientos y la creciente escased de lugares donde dejar tu bici durante la noche, podrían recomendar la implementación de este sistema...
Aunque, de hecho, ya existe y es una forma estupenda, a la útil manera de promoción y uso de este vehículo por los neerlandeses.
En su muy buen sistema intermodal de transporte existía un vacío. El perfil normal del trabajador que tiene que desplazarse a diario era el siguiente: salgo de casa en mi bicicleta hasta la estación, cojo el tren hasta el centro de mi ciudad de trabajo y...
Y ese "y" es lo que cubre el preśtamo público de bicicletas. Se pretendía mejorar los desplazamientos desde las estaciones de ferrocarril hasta los centros de trabajo. Muchas personas utilizaban el transporte público, pero, además de caro, hay que esperar a los tranvías o autobuses, y echaban de menos tener una bicicleta en destino. De echo, algunos dejaban una segunda bicicleta allí.
O.V. (siglas de los ferrocarriles holandeses) pensó entonces en ofrecer un servicio de bicicleta pública para cubrir este vacío. Con una tarjeta de pago anual, los usuarios de los ferrocarriles pueden acceder al uso de una bicicleta en los dispensadores, tanto automáticos como manuales, situados en las estaciones del país. Su uso no es restrictivo en horas y, así, uno tiene la bicicleta durante toda su jornada de trabajo y la devuelve en las estación antes de realizar el viaje de vuelta a casa. Así, el mantenimiento de las bicicletas es mucho más efectivo y barato ya que, el 90%, regresan a su punto de origen. No hay estaciones intermedias en la ciudad.
Las bicicletas amarillas y azules, OV-Fiets, (pintadas igual que los trenes) se han hecho tan populares que, en los 3 años de funcionamiento del sistema han pasado de los 34.000 usuarios de 2008 a los 100.000 previstos este año y a los 1,1 millones de desplazamientos anuales.
2 comentarios:
Joer... si es que estamos años luz de esta gente. Y no se cansan de fomentar/facilitar el uso de la bicicleta... en cuanto encuentran un "pero" lo solucionan.
Lo más gracioso del tema es que, como ven el pedaleo como algo normal y cotidiano, no le dan importancia, es el día a día.
Sin embargo, aún en una cultura de la bicicleta consolidada, hay que seguir haciendo esfuerzos para que que no se pierda.
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