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martes, 25 de octubre de 2011

"Carriles coche"

Bajo este epígrafe tan extraño quiero mostraros algo que ocurre en las ciudades que apuestan por el bienestar de sus ciudadanos frente al caos y la ocupación del espacio público por parte de los vehículos a motor.
Y es que, cuando los coches no son el tráfico prioritario en las ciudades, sus vías de desplazamiento se reducen a la mínima expresión y las facilidades para su aparcamiento son escasas, en zonas fuera de las arterias principales y caros (casi lo que nos pasa aquí a nosotros con los aparcamientos para bicis).
La aparición de grandes aceras para caminar, complementadas con carriles bici seguros, amplios y bien diseñados, unidos al espacio utilizado por el transporte público colectivo, como por ejemplo los tranvías, hacen que el espacio para los coches se limite a un carril suficiente para que éstos pasen, sin aparcamientos ni concesiones extra.
He aquí un ejemplo:


Ver mapa más grande

Como no podía ser de otra forma, es una calle de Amsterdam. Los diez metros cuadrados que ocupa cada coche aparcado se han eliminado, por lo que la recuperación de espacio para peatones es enorme, al contrario de lo que fomenta la cultura del coche en la que se saca espacio de donde sea, aunque las aceras se reduzcan a algo tan ridículo que no sirve para nada.
Pero esta recuperación de espacio y reducción de privilegios para los vehículos a motor no se reduce sólo a esto. La declaración de zonas de tráfico restringido en las zonas residenciales y el centro de las ciudades, en las que sólo se permite la circulación de residentes, con prioridad peatonal y ciclista, es otra forma de carril coche.
Las zonas 30 de apaciguamiento de tráfico son otra forma de restringir este reinado del motor ya que, aplicando vías alternativas de alta velocidad a estas zonas 30, a medio plazo, la utilización de estos caminos más lentos se reduce drásticamente. Se habilita un carril coche alternativo al paso por el centro y zonas residenciales.
Pero el carril coche no tiene por qué limitarse a las ciudades. Las carreteras rurales holandesas lucen de esta guisa, dejando sólo un carril común para el cruce de vehículos a motor, que sólo pueden usar el carril bici en el caso de que no haya ninguna circulando por él. En caso contrario, toca esperar. Su límite son 60 km./hora.



Visto ésto y sus implicaciones, y ya que no hay manera de sacarlos del centro de las ciudades, ni en aquellas que los restringen: ¡Carril coche YA!

2 comentarios:

Hernan dijo...

joer... eso me parece imposible en este país.

Bicilenta dijo...

Pues no te creas que surgió de la nada. Lucharon como podemos hacerlo nosotros ahora, sólo que nos sacan 30 años de ventaja.
Échale un vistazo a esto (en inglés):
http://hembrow.blogspot.com/2011/10/how-dutch-got-their-cycling.html