Tras el artículo sobre la utilidad de la caja en el transportín de la bicicleta, el pasado fin de semana nos surgió la necesidad de transportar una tarta y, ni cortos ni perezosos, armados de un pulpo elástico, cogimos una caja plegable, de la que usamos para la ropa, y la acoplamos a la bici. El transporte, como no cabría esperar de otra forma, fue todo un éxito. Coger el coche sólo para ésto no, y llevarla en la mano hasta casa es incómodo y pesado. La bicicleta, como siempre, la mejor aliada.
El pulpo elástico permite que sea de quita y pon.
Pero la bici no sirve tan solo para transportar cosas pequeñas. Un bici normal puede llevar también grandes bultos.
Otra vez el útil pulpo y a mover edredones. Imagináos lo que llega a caber en una bici de transporte...
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