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miércoles, 8 de octubre de 2014

Lo cotidiano y lo extraordinario.

 
Una nota breve sobre el trending topic del día.
Obviando que somos el país más chapucero del mundo, en el que todo se hace deprisa, sin planificación, con el no pasa nada por delante y si pasa es a otros y que, siempre que somos los primeros en algo es por que la hemos cagado en ese algo, el virus del Ébola ha afectado, de momento, a una persona en nuestro país. Un contagio que podría haberse evitado de mil formas, no voy a entrar en ello, y, en el mundo, a unas 8.000 personas en total, con cerca de 3000 muertes.
Sólo en España, fallecen al año por la contaminación del aire, casi 20.000 personas, y en el mundo 7 millones. Como esta contaminación es algo que sotiene al sitema financiero global, no existen protocolos (esa palabra tan de moda) generales para ponerle fin, sólo recomendaciones y tibios tirones de orejas.
El Ébola, descubierto en el 73, sólo afectaba a "negros" y "pobres" de África (por si alguien no lo entiende, es una ironía) y no tocaba a los países del primer mundo, por lo que ahora saltan todas las alarmas y se busca desesperadamente una vacuna (que traerá pingües beneficios con ella, no creais que vayan a tener acceso esos "negros pobres" a ella).
Lo cotidiano, aunque nos mate, se tolera por el bien común. Lo extraordinario, en determinadas áreas del planeta, dispara todas las alarmas.
¡Mucho ánimo Teresa!

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