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viernes, 30 de enero de 2015

No deberíamos ser un colectivo.


Hay algo que mucha gente no entiende. Los llamados "ciclistas urbanos" no deberían ser un colectivo como tales. ¿Y por qué?
Pues viene a ser lo mismo que la explicación de por qué es una vergüenza que existan ONG (más de uno se echará las manos a la cabeza). En este caso, porque la existencia de una ONG es para suplir una carencia que es el propio estado el que debería proporcionarsela a sus ciudadanos. Luego debería ser vergonzoso para todos el que existan.
En el caso que nos ocupa, el tratarnos, asumir que somos, reivindicarnos en ello y ser vistos como un colectivo, no es algo ni bueno ni debería ser normal. Cuando una sociedad es capaz de asumir completamente que la bicicleta es un vehículo, que su uso no viene dado por una serie de principios, ni fanatismos ni tan siquiera preferencias y que su uso generalizado tan sólo responde a la decisión de transportarse en ella en ese momento y lugar, sin demonizar, exigir o renegar de otro medio de transporte puntual y con el debido respeto entre unos y otros.
Sólo a partir de ese momento se deja ser un colectivo (de tipo reivindicativo, ecologista, hipster, alternativo, etc.) y se pasa a la normalidad de ser un ciudadano transportándose.
¿Acaso alguien ha oído hablar del colectivo "autobusero urbano", por poner un ejemplo? Pues a eso me refiero.

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