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sábado, 24 de julio de 2010

Diario del viaje a los Países Bajos. Día 3.

25/06/2010

Vamos temprano con las bicicletas hasta Vondelpark, a dar el desayuno a esta familia de gansos.



Después, con todo el dolor de nuestro corazón, devolvemos los tandems a MacBike. Al devolver las bicis, dentro de mi carpeta con el contrato y el depósito aparece el contrato de otra persona. El jefe de tienda se pone muy borde con los empleados y comienza a echarles la bronca en inglés. ¡No he oído más "fuck" y "fucking" seguidos en toda mi vida!, con patadas distribuidas por todo el local. Fue algo embarazoso.
Nos dirigimos andando desde Leidseplein hacia Waterlooplein, pasando por bonitos canales, decenas de tiendas de anticuarios y puentes levadizos de madera. Hay un paseillo pero merece la pena patear Amsterdam.




Canales y puentes de Amsterdam.

Hacemos varias compras en el mercadillo y comemos en uno de los varios kioscos que hay en la plaza. Fritanga muy pintoresca y llena de ambiente.
Salimos hacia Rembrandthuis (la casa de Rembrandt), pero como la última vez que estuvimos allí hace tres años, él no está. ¡Ya no vuelvo!


La casa museo de Rembrandt.

Por la tarde vamos hasta la plaza Dam, donde se encuentra el Palacio Real, la Iglesia Nueva (hoy museo de exposiciones) y el Monumento Nacional a los caídos en la II Guerra Mundial.
Es el centro neurálgico de Amsterdam junto con Damrak, la calle que parte desde la plaza y va hasta la Estación Central.


Tienda de regalos en Damstraat, cerca de la plaza Dam.

A las 15:00 horas, teníamos entradas para ir a ver el Madame Tussauds, porque les hacía ilusión a las niñas. Si tenéis pensado ir a verlo, a partir de esta hora es más barato. Sacáis las entradas por Internet en su propia web y así no tenéis que hacer cola.
Me interesaba ver el museo porque estuvimos en el de Londres hace ya un tiempo y nos pareció impresionante. Pero el de Amsterdam deja mucho que desear: es pequeño, a los grupos de personas los van pasando de sección en sección sin posibilidad de vagar por el museo y hay muchas figuras que nos están muy bien hechas, la verdad.
La parte más interesante es la relativa al Siglo de Oro holandés. Y otra cosa positiva es la posibilidad de interactuar con los personajes.


Charo metida en un tarro.


La familia real saludó a nuestras hijas (¡y no hubo ningún incidente!).


Estoy un poco celoso, lo admito.


Gané a Armstrong al sprint...


...mientras Nefert hacía abdominales con Beckham.


Después, un cocktail con algunas celebridades.



Chorradas aparte, en tres cuartos de hora, más o menos, estás fuera y sin que haya sido la visita de tu vida.
Tomamos algo en Damrak y compramos appelflaps (empanadillas de manzana). ¡Una de las razones por las que he vuelto a Holanda! ¡Me encantan!


Damrak.

Regresamos al hotel, esta vez en tranvía, dimos un paseo por Vondelpark (que se había convertido en algo obligado) y volvimos a cenar en el restaurante Pompa.

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