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miércoles, 11 de mayo de 2011

La Cultura de la Bicicleta (II): Usos y costumbres.

En este segundo artículo me gustaría comentar aquellos usos y costumbres, la mayoría de las veces contrarios a la restrictiva legislación española y otras a la lógica de la supervivencia, que son normales en lugares con la Cultura de la Bicicleta desarrollada. Son costumbres que he podido observar de primera mano o por referencias de personas que han viajado a esos lugares. Cualquier otra que queráis añadir o comentar, tanto aquí como en Facebook, serán bien recibidas.


Para la gestación de una Cultura de la Bicicleta estable es necesario un plan general de actuación, que siente las bases jurídicas y de uso de este vehículo en nuestra sociedad. Pero una vez esta cultura se establece, muchas de estas normas se reinterpretan o se relajan en aras de la mejor integración y difusión de la bicicleta. Otras, de costumbre anterior a la norma, pasan de facto a iure cuando ésta se redacta o bien se dejan en vacíos legales debido su uso tradicional.
A continuación, algunos ejemplos:
- Circulación por las aceras. Comienzo por aquí ya que es uno de los temas más polémicos hoy en día en el germen ciclo-urbanita de nuestro país. Como norma general, en las mecas de la Cultura de la Bicicleta, está prohibido circular por las aceras. Hasta ahí, bien. Pero sí está permitido y más que asumido que haya muchas zonas compartidas entre ciclistas y peatones (o incluso vehículos a motor), con prioridad peatonal, pero en las que la convivencia no tiene ningún tipo de fricción. Y lo digo porque lo he probado y vivido, no porque me lo haya contado nadie. Sólo está prohibido circular por estas zonas cuando la cantidad de peatones haga inviable su uso en bici (es de cajón).
Pero en estos lugares también existen bici-aceras, a años luz en diseño y seguridad que la mayoría de las nuestras, pero existen. Cada cual tiene su espacio. Los límites son, muchas veces, difusos (se invaden mutuamente), pero con respeto y educación vial puedo aseguraos que funciona. En España sólo ocurre en las vías verdes y similares. Es el mismo concepto, pero aplicado a la ciudad.
Hay casos todavía más extremos como son Berlín y, sobre todo, Tokio. En Berlín, a pesar de poseer una buena red ciclista viaria, se circula mucho en bicicleta por las aceras  y en Tokio los ciclistas tienen prioridad sobre los peatones (la cultura de la prisa japonesa), cosa del todo inverosimil en nuestros lares.
- Uso de dispositivos de audio y móviles. Una cosa que llama mucho la atención, cuando uno viaja a Holanda por primera vez, es ver a muchas personas con auriculares en bici. Lo mismo ocurre en Dinamarca y, supongo, en muchos otros lugares. Estos dispositivos, al igual que los teléfonos móviles, no están prohibidos mientras se circula en bicicleta y sí en coche. Razón, pues supongo que se debe principalmente a dos: por un lado la infraestructura viaria, que permite un uso mucho más relajado de la bicicleta. Y por otro el que la bicicleta, al ser un vehículo más lento, permite a su usuario maniobrar en un tiempo mucho menor. Por mi parte, considero estos dispositivos una distracción en bici, porque aquí hay que estar mucho más pendiente de los coches que allí. Lo que no consigo todavía entender es por qué se prohíben los auriculares en la bicicleta y se permiten sistemas de sonido de discoteca dentro de un vehículo a motor. El efecto es el mismo: no oír lo que pasa a tu alrededor.
- Transporte de pasajeros en la bici. Es cosa habitual ver a dos o más personas en una bicicleta (en India he llegado a ver hasta 5). De hecho, los que tenemos ya una cierta edad, hemos llevado a algún amigo en el portaequipajes de la BH. En los países del norte de Europa es cosa habitual ver a supermadres y superpadres transportando 4 ó 5 niños a la vez, ya sea en bicicletas de carga, en múltiples sillas repartidas por toda la bicicleta o una mezcla de ambas. También es común ver a un adulto sobre el portaequipajes de la bici. En los Países Bajos sé que está prohibido, pero, hablando de la relajación de las normas, no se suele penalizar.
Otro útil aparato de uso común son los carritos de arrastre para niños. En ellos, los niños van seguros, en un espacio cerrado, con cinturones de seguridad, arrastrados por la bici. En España están prohibidos. Sólo se permite el arrastre de mercancías y sólo desde la última normativa vial.
En España sólo se puede llevar un pasajero en la bicicleta, siempre que sea un menor y vaya en una silla homologada para tal fin. Es incomprensible que se obvien otros medios que están más que probados y homologados en el resto de países de nuestro entorno. Supongo que será por lo de siempre: el miedo al coche y a la falta de respeto en este país.
Los casos más extremos sobre el transporte en bici siempre los vemos en Asia, la mayoría de las veces por necesidad: yo tengo este vehículo y es lo que hay.
- Uso del casco. Otro controvertido elemento. En los países con gran desarrollo y tradición en la Cultura de la Bicicleta el casco no es obligatorio, de echo, si preguntas por su obligatoriedad en Holanda, incluso a la policía, te llevarás como mínimo una sonrisa y cara de asombro. Ojo, la no obligatoriedad no impide su uso, como algunos creen. El que quiera que lo use pero el que no, puede evitarlo. En España, por suerte, es así, salvo en carretera, donde es obligatorio. Los únicos países acérrimos de este elemento son EE. UU. y determinadas ciudades de Australia.
Los países que defienden su no obligatoriedad han realizado decenas de estudios que ponen de manifiesto que el uso del casco no aumenta la seguridad en la conducción de bicicletas. Es más, puede tener un efecto contraproducente al dar una falsa imagen de seguridad tanto a ciclistas como a conductores. Además es un potente revulsivo para nuevos usuarios potenciales.
Su efectividad se pone muchas veces en entredicho. De echo, hemos tenido un triste ejemplo en esta semana, en el ciclismo deportivo profesional, por lo que estamos hablando de un casco mucho más resistente que los de uso común.
Por suerte, aquí, podemos elegir qué hacer.
- El timbre. Sí, esa pequeña campanilla que a algunos les da vergüenza usar. Es común oír el soniquete de los timbres en la Cultura de la Bicicleta, para advertir de un adelantamiento, en un cruce, para que los peatones se aparten, etc. Puede parecer banal, pero evita muchos percances.
Asómbranse los estadounidenses del uso del timbre, considerado allí cosa de bicis de niños, pudiendo dar una voz para advertir de tu presencia. ¡Ésto si que me da a mí vergüenza!
No sé si lo sabréis, pero aquí es obligatorio.
- Las bicicletas. Cuanto más se desarrolla la cultura de la bicicleta, más cambia el tipo de éstas. Los desplazamientos urbanos provocan que la comodidad, seguridad y visibilidad primen sobre el carácter deportivo de las mismas. Así, en los países de uso generalizado, las bicicletas de montaña o de carretera se quedan para su uso específico. En ciudad, bicicletas de ciudad, mejores para la espalda y con un ángulo de visión por encima de los demás vehículos.
Aquí, cada vez menos, es todavía extraño ver bicicletas urbanas en nuestras calles. En estos países ocurre lo contrario. Es casi una suerte ver una bicicleta de montaña.
Las de carretera suelen verse como algo chic. Están de moda, sobre todo las fixies (bicicletas de piñón fijo). En Estados Unidos, su uso es masivo. Casi no se ven de otro tipo.
En el centro y el norte de Europa es muy común tener varias bicicletas: la normal, la de llevar a los niños y comprar y la de hacer deporte los fines de semana.
- Para terminar, algo a lo que me es difícil poner un nombre y que realmente me da mucha envidia. Debido a que los carriles bici suelen situarse a la derecha de las calzadas, la sana costumbre de los conductores de vehículos a motor de mirar y cuidar ese ángulo muerto cuando van a girar. Están acostumbrados a que haya ciclistas en esa zona, en los lugares sin un carril específico. Aquí no se hace, con lo que recomiendo mucho cuidado cuando circulamos en paralelo con un coche.
Otra sana costumbre asociada a este punto es la circulación a contramano en calles de dirección única para vehículos a motor. Así se potencia la agilidad de la movilidad en bicicleta frente a la del coche. En nuestro país hay pocos pero honrosos ejemplos y, con la nueva ley de tráfico, parece que se van a potenciar.

Carril a contramano en Amiens, Francia. (Foto cortesía de Javier Núñez).

Una última reflexión. La mejor costumbre que tienen todos estos países desarrollados en la Cultura de la Bicicleta en común es su uso para todo: desde transportar un piano hasta ir de boda de punta en blanco. Digno de toda envidia...

Si queréis añadir cualquier costumbre curiosa que conozcáis, no dudéis en hacerlo ;)

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