No soy un ciclista deportivo.

Lo siento, pero es así. Considero que la bicicleta es un vehículo que sirve para trasladarse de A a B de una forma cómoda, eficaz, sana y limpia y no una máquina para hacer deporte. Dentro de esta consideración, como es lógico, no sólo están incluidos aquellos desplazamientos de obligaciones, como ir al trabajo, de compras, etc., sino también aquellos de ocio. Y dentro de éstos que mejor placer que dar un paseo en bicicleta, a la velocidad justa, sin prisas, y permitiéndote llegar en mucho menos tiempo que si fueras caminando. ¿Qué estos paseos los hago por caminos rurales y para ello tengo una bici de montaña porque absorbe mejor los baches? Pues sí, pero no deja de ser, para mí, un vehículo para pasear. Por eso me compré una básica, con su cuadro de acero, sus 15 kilos y ruedas mixtas. Suficiente para pasear por caminos pedregosos.

Así que, por favor, dejad de darme la brasa. Me importa un pito que mis cámaras pesen 20 gramos más o 20 gramos menos, me da lo mismo el carbono, los frenos de disco y las tijas ultramegaligeras con un sillín superfino modelo tanga. Admiro realmente a los que se dedican a subir montañas y ver desde arriba esos maravillosos paisajes, de verdad, pero, a mí, las cuestas no me gustan. Me da igual que mis rutas sean una gilip...., pero no me interesa que tú hallas descendido ayer una pendiente del 10% con piedras como cuchillos. Me alegro por ti, porque cada uno disfruta de esta maravillosa máquina como quiere. Pero, por favor, no me vengas con el "verás como te gusta y acabas con otra bici mejor". ¡Si ya me gusta y no me tienes que convencer! Pero yo soy un ciclista habitual. No salgo sólo los fines de semana a pegarme la paliza subiendo montes y haciendo 90 km. Mi filosofía es la del llanero solitario (por eso de los llanos), así que, con mis dos bicis, tengo más que suficiente.

Gracias.