Ha sido noticia en todos los telediarios como si se tratase de una parte de las olimpiadas de 2012: la promoción de la bicicleta en Londres.
No es la mejor infraestructura del mundo, ni mucho menos, ni las mejores condiciones para pedalear, ni un tráfico "amable" con la bici, pero hay que reconocer que siempre es bueno dar un primer paso para acabar corriendo.
Sus carriles bici son estrechos e invadidos constantemente por vehículos. Sus ciudadanos ciclistas se quejan de que no se ha pacificado el tráfico ni se han tomado medidas sobre los límites de velocidad en sus calles, pero lo que está claro es que, desde que se ofertaron bicicletas públicas y se creó este embrión de cultura de la bicicleta, el número de ciclistas, en una ciudad que carecía casi por completo de ellos, ha subido en un 70% (ahí es nada).
Londres empezó una pequeña batalla contra el uso del vehículo privado con el peaje por el acceso al centro de la ciudad, allá por el 2003. Con su alcalde ciclista, Boris Johnson, se está introduciendo un cambio en el transporte sostenible en una ciudad que, pese a su caótico tráfico rodado, cuenta con una extensa y eficiente red de transporte público y que no sólo se basa en la bicicleta, sino en proyectos como paradas de autobús solares que recargan a estos vehículos mientras están detenidos en ellas y que vienen provistas de aparcamientos para bicicletas, permitiendo la intermodalidad, entre otras cosas.
Es una pena que todas estas tomas de decisiones dependan de los gustos y aficiones del político de turno. Pero lo que sí que está claro, es que, aprovechando las Olimpiadas del 2012, Londres ha conseguido que su intento ciclista se haya comentado en todas las noticias. Buena campaña de marketing de la Embajada Ciclista Británica.
Quizá Madrid (¿2020?.....¿3012?) debería tomar nota y engatusar un poco al COI limpiando su imagen ambiental.
P.D.
En Gran Bretaña tampoco es obligatorio el uso del casco...
No es la mejor infraestructura del mundo, ni mucho menos, ni las mejores condiciones para pedalear, ni un tráfico "amable" con la bici, pero hay que reconocer que siempre es bueno dar un primer paso para acabar corriendo.
Sus carriles bici son estrechos e invadidos constantemente por vehículos. Sus ciudadanos ciclistas se quejan de que no se ha pacificado el tráfico ni se han tomado medidas sobre los límites de velocidad en sus calles, pero lo que está claro es que, desde que se ofertaron bicicletas públicas y se creó este embrión de cultura de la bicicleta, el número de ciclistas, en una ciudad que carecía casi por completo de ellos, ha subido en un 70% (ahí es nada).
Londres empezó una pequeña batalla contra el uso del vehículo privado con el peaje por el acceso al centro de la ciudad, allá por el 2003. Con su alcalde ciclista, Boris Johnson, se está introduciendo un cambio en el transporte sostenible en una ciudad que, pese a su caótico tráfico rodado, cuenta con una extensa y eficiente red de transporte público y que no sólo se basa en la bicicleta, sino en proyectos como paradas de autobús solares que recargan a estos vehículos mientras están detenidos en ellas y que vienen provistas de aparcamientos para bicicletas, permitiendo la intermodalidad, entre otras cosas.
Es una pena que todas estas tomas de decisiones dependan de los gustos y aficiones del político de turno. Pero lo que sí que está claro, es que, aprovechando las Olimpiadas del 2012, Londres ha conseguido que su intento ciclista se haya comentado en todas las noticias. Buena campaña de marketing de la Embajada Ciclista Británica.
Quizá Madrid (¿2020?.....¿3012?) debería tomar nota y engatusar un poco al COI limpiando su imagen ambiental.
P.D.
En Gran Bretaña tampoco es obligatorio el uso del casco...
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