Como complemento a la bicicleta BH clásica que estoy, o por lo menos intentando, restaurar, con materiales recuperados y reutilizados, he diseñado y construído un portaherramientas al estilo de los años 20 del siglo pasado.
La base es un bote de conserva, al que se le ha cortado la parte superior y se le ha limado el filo. El interior se ha forrado de goma EVA, para evitar los golpes del contenido, y el exterior de una pieza de escay que andaba por ahí. Como cierre, una tapa de un bote de cacao que daba la medida necesaria.
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Unas tiras de antelina cosidas a la parte superior de la tapa y a los laterales, junto con anillas cuadradas, mantienen la tapa sujeta y la unen al cuadro de la bicicleta. Toda la labor de cosido se la debo a Charo, mi mujer.
Una tela con motivos africanos complementa el acabado de la tapa.
Una forma barata de, reciclando, construír algo útil para la bici.
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