El nuevo Reglamento General de Circulación, que va a pasar a llamarse "El Escorial", por el tiempo que está tardando en hacerse realidad, sigue sin aprobarse, parece ser, por la falta de acuerdo sobre un 5% del texto. Un 5% en el que las asociaciones presentes en la mesa de negociación están totalmente de acuerdo, pero sobre las que el Gobierno tiene reticencias.
Paralelamente, no dejan de "filtrarse" datos e informaciones sobre si al final será obligatorio el casco también en ciudad, si también serán obligatorios los elementos reflectantes de día, la posibilidad o no de circular por el centro del carril y elegir el carril más propicio para nuestro destino, etc.
Toda esta desinformación, colocada en pequeñas dosis, opino que tiene un claro objetivo, y es el de que nos conformemos con lo menos malo, que, cuando se publique, tengamos que asumir cosas como "bueno, nos obligan a circular por la derecha, ¡pero por lo menos han quitado lo del casco!"
Esto, unido a que deben de existir unas presiones enormes por parte de los lobbies automovilísticos, a los que no debe gustarles nada que la bicicleta adquiera privilegios, en un mercado de ventas a la baja, preparan el terreno para que lo anterior ocurra, perdiendo la oportunidad de generar una ley correcta y truncarla por una ley mejor que lo actual.
Si no, ¿qué sentido tiene este retraso? El miedo a dios coche.
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