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lunes, 6 de mayo de 2013

Ciudad Real nos sube a las aceras.

A pesar de que una de las premisas del Plan de Movilidad Sostenible de Ciudad Real era reducir drásticamente el uso del vehículo a motor privado dentro de la capital y aumentar el número de desplazamientos en bicicleta y caminado, la base de la que se está partiendo es totalmente errónea.
Parece mentira que, a estas alturas del desarrollo ciclista en nuestro país, no se haya aprendido nada. Para que un plan de movilidad sostenible sea viable, hay que reducir los privilegios, espacio y facilidades de circulación de coches dentro de la ciudad, no pretender que se use más la bicicleta robando espacio peatonal y dejando al coche el mismo espacio que tenía y los mismos privilegios.
Las aceras bicis que se están construyendo o señalizando, comienzan en puntos muertos, obligan al cruce por pasos de peatones, eliminan o casi zonas completas de paseo en el Parque de Gasset y convierten las líneas rectas de un desplazamiento lógico en un verdadero laberinto de desvíos, cambios de circulación de izquierda a derecha, subidas y bajadas, etc. todo esto unido a la falta de costumbre de los peatones que siguen transitando por estas zonas como hacían hasta la semana pasada, cruzando sin mirar y paseando por los carriles bici sin problema.
Añadido a esto, por una acera bici, una bicicleta tiene limitada la velocidad a la del peatón, por lo que si le sumamos que el recorrido es mucho más largo y tortuoso en bicicleta que en cualquiera del resto de medios de transporte, incluida la "pata" pura y dura, ¿qué ventajas conlleva desplazarse en bici por aquí? A mi entender ninguna.
La mayoría de personas con las que he hablado, tanto usuarios habituales como esporádicos de la bicicleta, así como peatones están bastante desilusionados con la forma de abordar la movilidad "sostenible". Eso de "incrustar" los carriles por donde se puede, sin planificación y sin estorbar, sólo hacen felices a los automovilistas y a aquellos que llevan años circulando en bici por las aceras y haciendo lo que les da la gana.
En fin, muchos dirán que es más seguro, que por algo se empieza y demás ideas preconcebidas, cuando la experiencia apunta a que es mucho más peligroso para ciclistas y peatones circular por las aceras (conflictos, atropellos), cruzando por pasos cebra y que, cuando algo ya se ha construido, es mucho más difícil modificarlo.

Este paseo, que discurre por la parte trasera de la Biblioteca Regional, ha sido copado en un 90% por el carril bici, dejando una ridícula y testimonial zona para los peatones. Además, obliga a los ciclistas a rodear la biblioteca y descender por una pronunciada rampa que se une al carril bici inferior, para realizar un recorrido que por la calzada es recto. Así no molestamos a los coches y seguimos con el concepto de carril de ocio en el que más da un kilómetro más que menos de recorrido.
 
 Los puntos muertos finales son algo incomprensible. ¿Te bajas y punto?
 
Ocupación de gran parte de la acera en una avenida con dos carriles por sentido, en la cual se podría haber restringido, como se está haciendo en muchas ciudades, el carril derecho a 30 km/h. y haberse habilitado para prioridad ciclista. Los peatones campan a sus anchas por este tramo, que ni tan siquiera tiene otro color que lo distinga. Mide unos 300 metros y para acceder y salir de él es necesario utilizar pasos de peatones.

Lo que de verdad me gustaría saber es si algo de esto se ha consensuado con alguna de las asociaciones ciclistas de Ciudad Real, asociaciones de vecinos, etc. o sólo ha sido un caramelo envenenado para contentar a quienes les sirve cualquier cosa. Porque quien ha "diseñado" estos carriles ni ha utilizado la bici para desplazarse en su vida, ni camina normalmente por la ciudad.

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