Lo primero es lo primero, agradecer a Manuel Viso, a Pablito Palomares y a Esmeralda Muñoz toda su colaboración y buen hacer en el evento. Al Ayuntamiento de Miguelturra por la cesión del C.E.R.E. para exponer las bicicletas. Al Team Pati por tener la enorme gentileza de invitarnos a un refrigerio en mitad de la jornada y absolutamente a todos los que participasteis porque sin vosotros no hubiese existido. Gracias.
En cuanto a la crónica, puedo decir que pasamos una mañana muy agradable en la que se se superaron con creces las expectativas de participación. A primera hora de la mañana, contábamos ya con 12 bicicletas, que eran más o menos nuestros cálculos oficiales. Pero durante el transcurso de la exposición, fueron llegando más y más bicis, hasta tener cerca de 30 allí (perdimos la cuenta).
Pudimos admirar desde bicicletas con casi 60 años, que todavía siguen en uso, con sus "heridas de guerra" y sus arreglos caseros, hasta verdaderas piezas de museo totalmente restauradas. Desde bicicletas de los 50 hasta algunas de los 80. Frenos de varilla y primeros pinitos del cable, con el freno todavía en la parte baja de la rueda trasera. Bicicletas de paseo, "mulas de carga", de señora, de caballero e incluso una cruiser, una de, como siempre se han llamado, de carreras y una que algún "desalmado" tiró en el punto limpio un par de días antes.
Aunque la estrella de todo este evento ha sido la réplica del velocípedo, la "Centenaria", con la que todo el mundo quería hacerse una foto. Mis más especiales gracias a José Julián por el desinteresado préstamo de la misma.
Y aquí, la jornada en fotos:
9:30 de la mañana. Las primeras bicis.
El sistema de apoyo sobre bordillos fue muy efectivo.
No se llevará los honores a la mejor funda de varilla, pero esta bici lleva unos 57 años de uso diario y aún funcionando.
Llegan las bicicletas de los años 70-80. De Iberia, BH, CIL...
La única bici de carreras de la exposición.
Tuvimos también la "visista" de una Guzzi de los 40.
Tras la exposición, un paseo por la localidad hasta el Team Pati, donde hicimos una parada para tomar refrescos y bocadillos. Un poco antes, la Centenaria rodaba por el Ribas Moreno.
Tras el regreso al C.E.R.E., más fotos con el velocípedo y su intrépido tripulante y cómo no, las fotos de grupo, tan numeroso, que aquí os dejo dos panorámicas para que pueda entrar todo el mundo.
¡Hasta la próxima!
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