Así llegó a mis manos esta joyita que, según el vendedor, es de los años 30-40 del siglo pasado, así que vamos a dejarlo en la cifra más alta, porque lo más problable es que sea de los 40-50.
El cuero estaba bastante maltrecho, con señales de arañazos, rozaduras grandes, cuarteado y con grietas que traspasaban de lado a lado. Una rajas que había que arraglar para que no siguieran adelante.
Toda la estructura de metal estaba oxidada y sin rastro de cromado y uno de los tornillos de la pletina trasera tuve que serrarlo porque, tras tres días de futiles intentos por sacarlo, estaba completamente soldado a su soporte.
Tras quitar todos los remaches, excepto los de la "nariz", que no consideré necesario el hacerlo, comenzamos a tratar el cuero.
Este material orgánico es el más agradecido a la hora de la restauración, al ser una materia viva.
Primero, una limpieza profunda con agua tibia jabonosa y un cepillo de dientes, sin empapar la piel porque se estropearía. La pátina no sale completamente, tampoco se pretende, pero sorprende la cantidad de suciedad que queda en el agua. Dejad secar completamente.
Varias capas abundantes de crema hidratante, de esa que se está poniendo mala por casa, y el cuero vuelve a recuperar su flexibilidad y su vida. No seais rácanos en este sentido. Aplicad con un paño todo lo necesario hasta que la piel ya no absorva más, y dejad secar hasta que pierda el aspecto mojado. Tras ésto, una primera capa de crema nutritiva-reparadora para cuero, con hidratante, detergente especial y cera de abejas para sellarla.
Tras este primer proceso, el cuero queda así.
Las rajas del lateral, aún sacrificando la estética interior, las he cubierto con otra pieza de cuero de 3 milímetros pegada, porque ni cuero líquido ni nigún reparador son capaces de contener unas grietas de tal calibre.
Y terminado, de momento, con la piel, pasamos al metal.
Toda la estructura se ha pulido y abrillantado, siguiendo las técnicas mecánicas que ya expliqué en este artículo. Muchas horas de multiherramienta, mascarilla y gafas. Y estoy contento con el resultado.
La pletina trasera, al ser una parte que no se ve, preferí tratarla con transformador de óxido.
Al tener que haber cortado el tornillo "soldado" y su soporte, he tenido que sustituir este último por una tuerca acoplada a la estructura y transformar un tornillo convencional en lo más parecido posible a los originales.
Después del pulido, y antes del montaje, una capa de barniz protector de metales que, aunque evita la oxidación durante unos cuantos años, lo ha dejado demasiado gris para mi gusto, debido a la alta concentración de zinc de estos productos. Tantas horas puliendo para acabar con ese tono.
Tras esto, envejecer unos remaches dorados para que se pareciesen lo más posible a los originales de latón (he buscado y buscado durante un mes remaches macizos y no he encontrado nada que me convenza), volver a remachar el cuero y, tras otras cuantas capas de crema reparadora, este es el resultado final.
Los zarpazos del tiempo siguen ahí, son más de 60 años, pero ha sufrido una completa renovación que, conservando su edad, hará que brille unos cuantos años más, cual estrella de Hollywood... Sólo necesitaba un poco de cariño.
5 comentarios:
Enhorabuena! Ese sillín fue fabricado en Igualada (Barcelona) por mi abuelo y mi tío. La fábrica Nurvi llevaba el nombre de su madre, Nuria Vives... Estupendo trabajo, gracias!
Gracias, no se merecen.
Existe muy poca información sobre Nurvi, tanto escrita como en Internet.
Te pediría como favor que si no te importa me enviases datos sobre la misma, un poco de historia y documentación para iluminarnos a todos.
Me lo puedes enviar a este correo: bicilentablog@gmail.com
Gracias otra vez.
Un saludo.
Hola!
Precisamente estoy yo también restaurando un sillín NURVI (aunque un modelo de carreras, sin muelles), de una bici RABASA de media carrera que tengo más o menos fechada sobre 1940, podéis por favor pasarme a mi también la información que tengáis? jesuscortesortiz@hotmail.com
Muchisimas gracias!!!!
Saludos.
Estoy buscando informacion para datar una bicicleta. Precisamente, esta bici si esta en Igualada. Lleva un sillin Nurvi, tambien tipo carreras.
Genial si podeis aportar mas información.
Gracias.
Hola a tod@s.
ante ayer compre una bici de carretera, con sillín Nurvi, y bucsando información he ido a parar a vuestra página, que bueno! intentaré también restaurar mi sillín. La bici es de principios de los 50, lo de duzco por el cambio de marchas trasero que lleva, Un Le Simplex Tour de France, patentado en Francia en 1949.
Xulabeh, me podrías mandar también a mi información de la empresa? me interesa para documentar mis reliquias! carlesroses@hotmail.com
Muchassss gracias!!
Saludos!
Carles
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