No hay mejor política para que algo no ocurra que la de crear un falso sentimiento de terror entre los usuarios potenciales. Se utiliza con leyes contra las protestas y en el día a día del sobreprotecionismo inducido.
Hablando del incipiente uso de la bicicleta, en España ese sobreprotecionismo se refleja en el intento de obligatoriedad del uso del casco en todo momento y vía, que, mediante la treta del "te asusto mucho y luego lo dejo en un sustillo", se ha relegado a los menores de 16 años, para irles metiendo ya el miedo en el cuerpo desde pequeños y desincentivar el uso de este vehículo mortal. Además, la nueva ley obliga a circular, salvo en excepciones que el ciclista debe justificar debidamente, lo más pegado a la derecha posible, lugar donde es presa fácil de puertas, bordillos, encajonamientos y vallas.
Pero es en Gran Bretaña donde se está librando ahora la batalla más dura contra la bicicleta, por un pánico institucional a su creciente uso, dibujándola como ese demonio que estorba y hace que el automóvil pueda chocar con ellas (es provocadora de accidentes), teniendo fatales consecuencias. Cuando alguien intenta salirse de esta campaña y dibujar la bici como lo que es, un vehículo amable al que hay que respetar como al resto, vienen las instituciones y cortan su raíz.
Este es el caso de ASA, la agencia de regulación de publicidad de GB, que ha declarado que prohibirá toda publicidad que incluya un ciclista sin casco y circulando a más de 50 cm. del borde de la calzada. Su primera víctima, la campaña Nice Way Code, de Safer Scotland.
Una campaña de concienciación para que los conductores respeten a los ciclistas en los adelantamientos. Algo que no se puede permitir si ellos no se respetan a sí mismos. ¡Cómo pueden jugarse la vida de esa manera, sin el casco y circulando al mismo nivel que los coches!
Las campañas de terror calan tan hondo, que determinan que gran parte de la sociedad, incuídos muchos colectivos ciclistas, reiteren que son las mejores maneras de circular sin peligro: casco obligatorio, ropa reflectante, circular pegado al bordillo, quitarse de en medio cuando venga un coche y demás arengas del terror institucional que, contrariamente a lo prometido, sólo aumentan el peligro y la inseguridad en nuestras vías públicas.
No creas que velan por nosotros. Eso no lo hacen nunca.
1 comentario:
Evidentemente, las autoridades ven la bicicleta como un enemigo del coche. Ergo, por ahí arriba saben que sin coches también se puede vivir y eso les da mucho miedo.
Un saludo
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