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jueves, 3 de abril de 2014

La bicicleta, ese aparato de deporte y para gente con pocos recursos.

Seguimos igual y me temo que seguiremos así bastante tiempo, mientras los medios de comunicación y negocio no cambien esa mentalidad estancada que parece estar muy arraigada.
Y digo esto por varias razones. Hoy he colgado dos repuestos para bicis clásicas en segundamano.es y, después de, como para mí era obvio, buscar "bicicletas" en la categoría de "vehículos", me he tenido que ir a "deporte/ocio" para poder categorizarlos.
Esta aberración puede que no sea tal si lo que vendes es una bici de montaña extrema, de carretera, piezas de carbono, etc., pero resulta cuanto menos extraño para piezas de bicicletas infantiles de los años 70. Pero, claro, en la categoría de vehículos sólo caben coches y motos, los únicos medio racionales de desplazarse.
Y hablando de esto último, hace 3 o 4 días, en las noticias de la Sexta, hablaban sobre un pueblo de Murcia al que le habían quitado el único autobús que sus habitantes tenían para ir, por ejemplo, hasta el centro de salud por una carretera atestada de tráfico. Hasta ahí lo de siempre. Los recortes a los más vulnerables y la eliminación de servicios básicos, en este caso el transporte.
Pero lo que sí que me molestó fue la actitud de la reportera que venía a decir que el que no tuviera coche tendría que desplazarse o bien caminando o incluso (y lo recalco) en bicicleta. Que una señora del pueblo había tenido que comprarse una bici y se veía obligada a ir montada en ella. Esta gente (me refiero a los periodistas), ¿ha salido alguna vez de su casa? ¿Han visto otros países de nuestro entorno? ¿Tener que coger la bici es una deshonra o algo similar de a los que no les queda otro remedio? Me parece vergonzoso.
Unido a esto, está la sensación de que se abandona el coche por la crisis. Ayer, otra noticia en no recuerdo qué cadena de TV hablaba de ello. Se había reducido el tiempo medio que pasamos en un atasco en nuestras grandes ciudades. Esta buena noticia, venía tintada de la idea de que no hay dinero para mantener un coche y la gente buscaba alternativas de transporte, pero que se suponía que cuando acabara la crisis las aguas volverían a su cauce. ¿Esos ciudadanos han dejado de llegar al trabajo, a citas, a la compra, de ocio, por tener que abandonar el coche? ¿Acaso no debería ser la tendencia, a que las ciudades aguanten menos tráfico, sea cual sea la situación económica? ¿Siguen el transporte público, el caminar o la bicicleta siendo últimos recursos para pobres?
En fin, reflexiones en voz alta para un mundo de oídos sordos.

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