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miércoles, 23 de julio de 2014

Reflexiones: Noruega, su petróleo y sus carreteras.

Noruega vive literalmente del petróleo. Antes de encontrar sus yacimientos el país no era especialmente rico.
En Noruega no hay dependencia energética exterior de hidrocarburos.
En Noruega, la velocidad en sus calles y carreteras está muy limitada. Las infracciones de tráfico no sólo se multan y se penan en gran medida sino que se comunican a tu empresa para que te tilde como "delincuente vial".
En Noruega hay una cámara de radar en cada cuesta abajo para que no te pases de la velocidad establecida y eso que el país parece tal que una montaña rusa.
En Noruega tienen prioridad los ciclistas en todas las carreteras y sin tener que circular pegados a los terraplenes. Es, como sería lógico, el coche el que debe adelantarlos con seguridad, no ellos quitarse de en medio. La violencia vial hacia ellos está muy penada.
Curioso para un país que podría fomentar el uso del coche y así aumentar el consumismo de crudo.

Aquí, dependemos totalmente del exterior para nuestro petróleo. Fomentamos el uso del coche privado mediante subvenciones a su venta. Mantenemos su estatus de hegemonía sobre el resto de vehículos, aumentamos la velocidad en autovías y nos cuesta reducirla en ciudad y, cuando se hace, se incumple. La violencia víal está asumida e, incluso en algunos casos, aplaudida por la sociedad y escasamente penada, con una impunidad propia del tercer mundo.
Los usuarios de bicicletas estorban, no cumplen y son los culpables de ser víctimas de accidentes con los coches. Eso sí, protejámoslos de vehículos de 1500 kilos a velocidades de 90 o 100 km/h. sólo con el uso del casco, ¿para qué más?

No sé, algo no me cuadra...

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