Esta vez no he podido ir en persona. Me han dejado en tierra, pero Amsterdam sigue siendo Amsterdam en invierno como en verano, con sus veloces y despreocupados ciudadanos en bicicleta, sus turistas que también se atreven a usarla allí (por algo será) y aquellos que por falta de costumbre casi acaban debajo de las ruedas de una de estas útiles y bonitas máquinas. Con el silencio de las rodadas sobre los adoquines y el constante repiquetar de timbres.
Una serie de fotografías sobre la ciudad y sus bicicletas en el mes de Diciembre, llueva o hiele:
Venta y alquiler de bicicletas. Buenos precios.
De carga, doble barra y corte militar.
Junto a la pista de patinaje sobre hielo de Museumplein.
¿Tienes hijos? ¡Llévalos a pares! (En España es ilegal utilizar esos sillines frontales por "inseguros". Allí, y en gran parte de Europa, son de uso común).
Colgada sobre un canal. ¿Por qué habrá tantas así?
El freno a contrapedal permite pedalear más seguro "sin manos".
Y la decoración navideña de sus tiendas, acorde totalmente con el espíritu de la ciudad. En este caso Amsterdam Experience (típica tienda de souvenirs para extranjeros) en Damrak.
Fotografías Charo Aparicio.
(Más en breve).
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