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lunes, 14 de septiembre de 2015

Pedaleando por Amsterdam. Un análisis personal.

Nuestras "Explorer" frente a De Waag.

Es ya la tercera vez que voy a Amsterdam, me encanta esta ciudad, dos de ellas pedaleando, pero esta vez me lo he tomado un poco más como "trabajo", no sólo admirándome sino fijándome un poco más en infraestructura y en esos pequeños detalles que pasan desapercibidos pero que marcan una gran diferencia. Tres días a pedales por A'dam.

Un lista personal, un tanto caótica, y constable de mi visión sobre cómo la cultura de la bicicleta ha invadido esta ciudad.

Infraestructura y similares.

- En Amsterdam hay coches y bastantes. No por ser "la ciudad de las bicis" hay sólo tráfico a pedales. La inmensa mayoría de ellos respetan a los ciclistas ya sea por convicción o por obligación. También hay prepotentes, como en todos sitios, pero en un porcentaje inverso al de aquí.
- También hay aparcamiento para esos coches, limitado y de pago (zona azul) y caro, muy caro, para desincentivar su uso.
- Las aceras, excepto en las avenidas, continúan su altura en los cruces de calle. Son los vehículos los que tienen que cruzar una acera para salir del cruce y no los peatones los que tienen que bajar a la calzada. Por lo tanto, no son necesarios los pasos de peatones.
- Los semáforos suelen estar regulados, para peatones y ciclistas, por botón, con su característico "tac, tac, tac". Una vez pulsado, son pocos los segundos que pasan hasta que se abren, ya que están priorizados (aquí sufro a diario un semáforo de "espere verde" que tarda minuto y medio en abrirse y sólo deja 20 segundos para cruzar 4 carriles).
- Todas las calles son vías prioritarias para bicicletas. Y existe una gran diferencia entre esto y que "se pueda circular por cualquier calle". Muchas de ellas tienen vías dedicadas que hacen la circulación ciclista más fluída y evitan el detenerse para girar a la derecha en los cruces, mediante isletas protegidas.
- Aquellos cruces regulados por semáforo tanto para coches como para bicis tienen una isla frontal para permitir los giros en ambos sentidos. Aquellos que solo permiten continuar recto o girar a la derecha a los coches, poseen dos semáforos independientes que dejan una isla lateral con unos segundos de paso a ciclistas para que, cuando se abra, haya que ceder el paso si se pretende girar a la derecha.
- Todos los semáforos que permiten girar a la derecha tienen en su poste un espejo semiesférico para evitar los ángulos muertos de los retrovisores.
- Por las vías exclusivas se circula pegado a la derecha. La parte izquierda es para los que van más rápido y para los ciclomotores, obligados a circular por ellas. Son los únicos que no respetan, pasando a gran velocidad a escasos centímetros y haciendo "eses". Es algo que la federación ciclista quiere erradicar, devolviendo las motos a las vías para vehículos motorizados.
- Para pedir prioridad de paso aquí, se utiliza constantemente el timbre. Se escuchan pocos claxon pero muchos timbres.
- Las maniobras se señalizan por el 90% de los ciclistas.
- Los tranvías no respetan para nada a nadie, ni a las omnipresentes bicicletas. Ojo con ellos y con meter una rueda en los raíles.
- Las bicicletas no se paran en los pasos de peatones ni, si no es estríctamente necesario, en los cruces con "ceda el paso". Tanto unos como otros disminuyen la velocidad y se van "acoplando" y evitando. Esto, aunque no lo pueda parecer, es un ejemplo de respeto y convivencia con los demás.  También los peatones invaden muy a menudo las calzadas (en el centro) siendo rodeados.
- Los ciclistas obvian los semáforos, sin carril ni apertura exclusivos, en los giros a la derecha. Una norma "alegal" no escrita pero de uso común. Sólo nos paramos los extranjeros y alguna persona mayor.
- En las zonas peatonales, aceras y prohibidas para bicis (como mercadillos y alguna plaza), salvo los 4 de siempre, te bajas de tu bicicleta y la acompañas caminando.
- No se circula por dirección prohibida porque ésta, prácticamente, no existe. Todas las calles permiten la circulación en ambos sentidos para bicis, no así para coches, incluso en aquellas con coches aparcados en ambos lados y por los que cabe un vehículo a motor justo. Velocidad reducida y acople de ambos.
- El punto anterior permite que la movilidad en bicicleta sea más peatonal que cochista. Se puede ir de A a B por cualquier parte. Esto además evita el uso de aceras por parte de los ciclistas.
- Tal es el caso que, en la reforma del Rijksmuseum, el más importante del país, se pretendía eliminar la vía ciclista que lo cruzaba y tener que desplazarse hasta una calle sita a unos 50 metros de éste (¡nada menos!). La presión ciudadana lo consiguió y hoy en día se sigue cruzando el museo por debajo, gracias a un túnel diseñado por dos arquitectos españoles.






- En las vías exclusivas también hay vehículos detenidos de vez en cuando. Suelen ser máquinas municipales, de mantenimiento y algún coche privado descargando. Si ocurre esto, la masa ciclista lo rodea y los coches reducen su velocidad, se apartan o ceden el paso (¡igualito que aquí!).
- Las obras en las vías exclusivas se complementan con desvíos provisionales y señalización a tal efecto.
- Muchas calles principales cercanas a zonas de ocio o gran afluencia poseen anchas vías ciclistas, grandes zonas de aparcamiento y un reducido "carril coche".

Enfrete de la Casa de Rembrand. Vías ciclistas en ambos lados de la calle, aparcamiento central y dos laterales y un carril coche central.

Inmediaciones del Museumplein. El Rijksmuseum al fondo. Ésta es la vía alternativa al túnel.

- A pesar de contar con grandes zonas de aparcamiento para bicicletas, A'dam está colapsado, por lo que te encontrarás bicicletas aparcadas y hacinadas por todos lados, fuera de las zonas marcadas para ello. Sin embargo, muchos escaparates y domicilios particulares, así como determinadas zonas de la ciudad portan la señal de prohibido aparcar, y se respeta escrupulosamente. El aparcamiento se realiza, por lo general sobre las aceras.

Biciletas y usuarios de biciletas.

- El 99,9% de las bicicletas son de ciudad. Alguna de montaña se ve por ahí. Esto, que sería obvio porque es el vehículo adaptado para las urbes, es contrario en cifras a lo que pasa en España.
- Cada bicicleta es un mundo adaptado a su usuario, que se siente tan cómodo sobre ella como en el sofá de casa. Por regla general, suelen ser de tamaño grande.

Damplein un domingo por la tarde.

- Todas, o casi, las bicicletas llevan algún elemento para carga, ya sean transportines traseros, frontales, cajas, cestas... La presencia de "bicicletas de carga" de todo tipo, color, forma y propósitos se da en toda la ciudad, debido a su utilidad para todo tipo de cometidos, ya sea desde ir a la compra, hacer una mudanza o mover a los niños a diario. La familia sale unida pero sin coche (¡sacrilegio!).







- En las bicicletas se lleva de todo, es el vehículo habitual, desde las bolsas de la compra hasta enormes violonchelos a la espalda. Es muy habitual llevar a un amigo, sentado de medio lado, en el transportín trasero o bien, a horcajadas y mirando al conductor para charlar, en el delantero.


- Hablando de transportar, nadie se echa las manos a la cabeza por ver esto (un bebé en su mochila colgando del pecho de su madre) y no es que sean más descuidados o inconscientes que aquí. Se pedalea como se camina, se vive en la bici como en casa y el resto de usuarios ven en ti una vida, no un bulto que estorba. Es el país con menos índice de accidentes con heridos en bicicleta del mundo:


- Las bicicletas se utilizan para todo tipo de fines, ya sean recreativos o como simple "escalera" para ver desde más alto:



- Las bicicletas se siguen utilizando como puestos ambulantes de todo tipo.


Aún con motor, sigue siendo una bici (o no).

- Aquí se pedalea con auriculares, con el móvil e incluso, algunos, tecleando en Watsapp y tampoco se ve mal.
- No se lleva a los hijos al colegio en coche. O bien pedalean por ellos mismos o se transportan hasta allí en bicicleta o andando. Hay que protegerlos e incentivarlos y ésta es la mejor forma.
- Se pedalea desde muy temprana edad, los menores de 8 años acompañados, y se deja de pedalear cuando se es totalmente inutil. Las vías exclusivas permiten hacer esto (aunque algunos sigan reacios a creerlo). Los padres cuidan de sus hijos de esta forma, no los obligan al espacio cerrado, contaminado y exclusivista de un coche.
- En la normalización y promoción de los desplazamientos en bicicleta, el casco no tiene cabida. Todos los países "bicivilizados" constatan su inutilidad. Las medidas de protección activas y, sobre todo, la educación víal hacen este elemento pasivo de baja protección innecesario. Los Holandeses lo consideran un elemento deportivo, para salidas de "carreras" y montaña. Sería como pedalear con unas mancuernas en la mano. Las patrullas policiales en bicicleta tampoco lo utilizan.


Estoy seguro de que se me quedan cosas en el tintero, pero no hay nada mejor que probar las cosas por uno mismo y desde aquí os animo. Coged una bicicleta en Amsterdam o el resto de los Países Bajos y lanzaos a la aventura, rodeados de miles de ciclistas más, observando su forma de hacer las cosas, de moverse por la ciudad, de pedir paso, de avasallar, de vivir los desplazamientos sobre una bici... Esos pequeños detalles que hacen que la Cultura de la Bicicleta prolifere en todo su explendor, sin cortapisas, sin trabas inútiles y que hacen de esta ciudad algo tan especial para propios y extraños.
Todo lo relacionado en este artículo se puede ver de primera mano. Las impresiones al margen son subjetívamente mías, pero tres viajes al país me hacen pensar de esa manera.
Ahora, os dejo unas pocas imágenes para deleite de la vista.













 

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