BH Gacela. El resultado final.

Es curiosa la evolución de este buque insignia de la marca BH. Comenzó siendo una bicicleta con freno de varillas, allá por los años 60 del siglo XX, en la que se montó por primera vez la rueda de 700 en una bicicleta de barra baja. Con su impresión de una gacela entre las dos barras y su sillín de muelles que ya dejó de ser el típico de soletilla de cuero para pasar a uno acolchado con su parte frontal cuadrada y una chapa trasera con el número de patente.

Por los años 70, la bici pasó a ser de doble barra baja, con dos finos tirantes al gusto de la época (todas las principales marcas tenían una así), trazas de una bici de carreras, se añadieron cambios (de 3 a 10 velocidades) pero con los elementos de una de paseo (manillar, guardabarros y transportín). En principio, el protector trasero de radios era metálico y seguía conservando el sillín de su predecesora así como las palomillas en los ejes de las ruedas. Pero con el avance de la década y el principio de los 80, se fueron sustituyendo estos elementos por otros de plástico, montando un sillín más parecido al de las las bicis de montaña, un salvaradios de este mismo material y el soporte de las manetas de cambio también de plástico, lo que hacía que el de la palanca de los piñones se rompiera con el tiempo (casi todas, incluída la mia, están así). Esto fue debido no sólo a gustos, sino al abaratamiento de la misma.

Hablando de cambios, resulta curioso comprobar como fueron "viajando" las palancas de los mismos entre el cuadro y la tija del manillar, habiendo bicis de las dos décadas con ellos en un sitio o el otro.

Y contada un poco la historia de estas bicis, tras una limpieza profunda (tenía grasa seca como para llenar una carretilla), pulido de todas las piezas, restauración de cromados y de pintura, cambio de cubiertas, todos los cables y sus fundas y la fabricación casera de uños puños "artesanos" (le faltaba uno en origen), este es el resultado de la rehabilitación de mi BH Gacela de los 80, a falta de encontrar el guardabarros trasero y el transportín:

(El estado original podéis verlo aquí).

La pintura y las calcas originales se han conservado. Todas las piezas son originales excepto los puños, en los que me he permitido el lujo de darles un poco de color entre tanta plata, con un azul eléctrico muy "ochentero".

Buje y palomillas BH.

Faro Rinder original.

La limpieza de los puentes de freno los ha dejado con este brillo (curioso el reflejo en el guardabarros). La arandela de plástico, en el mismo azul que los puños.

Palancas de freno en la tija del manillar. El soporte, aunque roto, conseguí fijarlo.

El puente trasero, con las arandelas en rojo.

Los dos desviadores tras la limpieza y el pulido.

Los puños son de polipiel con goma en el interior y cosidos como los clásicos de cuero. Un tapón de los de encintar, los completan.

Y este ha sido el trabajo. Cuando este completa con su guardabarros trasero, añadiré la fotografía.

Ahora me espera una Peugeot Taxi de los 70/80...