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lunes, 27 de junio de 2011

Una lección de seguridad (y respeto).

El viernes pasado, en la Masa Crítica de Ciudad Real, discutíamos sobre la obligatoriedad del casco en nuestras ciudades y alguien, con quien había ya coincidido en uno de los eventos de la Era de la bici, me rebatía que eramos el único país de Europa en el que no era obligatorio. Nada más lejos de la realidad, como podéis comprobar aquí o en cualquier blog del centro o el norte de nuestro continente, por ejemplo, www.copenhagenize.com
El muchacho, cómo no, llevaba su preceptivo casco y defendía su uso en todo momento, lo cual me parece estupendo ya que la seguridad subjetiva depende de cada uno de nosotros, pero...
No puedo asegurar cien por cien que fuera él, pero me lo ha parecido. Hoy, regresando del trabajo por la carretera de Miguelturra, me ha adelantado alguien en bici, con casco, y características similares que, al llegar al primer semáforo en rojo, se lo ha saltado pasando entre el estrecho hueco que quedaba entre una moto en el arcén y un coche que estaban detenidos en el mismo, poniendo en riesgo su propia seguridad, la de los peatones que utilizan estos semáforos para cruzar y la del coche y la moto y haciendo que los conductores pierdan el poco respeto que ya nos tienen.
Pero la cosa no ha quedado ahí, al poco de entrar en Miguelturra, ha girado por dirección prohibida en una esquina con visibilidad nula (de hecho hay un espejo en el cruce y no se ve si viene otro vehículo) para acceder a la Casa de la Cultura.
Con esta actitud, ya no es sólo necesario el casco para garantizar una mínima seguridad subjetiva (ahora lo entiendo) sino que te hace falta una ambulancia detrás, para el día en el que no tengas tanta suerte.
Si queremos respeto, es muy importante respetar: las normas de circulación y a los demás usuarios de la vía. Si queremos seguridad, que seamos los primeros en fomentarla: el casco no evita los comportamientos incívicos.

1 comentario:

Hernan dijo...

Tienes toda la razón, para ser respetado hay que respetar. Y lo del muchacho este... lo que dices, más le vale llevar la ambulancia detrás que el casco en la cabeza. Yo llevo en lo de la bicilenta mas bien poco.. pero llevo años en moto por Madrid y tengo muy desarrollado el sentido de la supervivencia sobre 2 ruedas y más de una vez se me ponen los pelos de punta viendo maniobras de algún ciclista supuestamente experimentado... vamos que de todo tiene que haber en la viña del señor